viernes, 15 de abril de 2011

El islam

La religion islámica está íntimamente ligada a la geográfica y al país en que se originó.
Sus creencias en un polidemonismo, o pluralidad de espíritus protectores que residen en el agua, los bosques y las piedras, están enraizadas en el viejo panteón de los antiguos semitas. En especial, las piedras eran objeto de veneración. En la ciudad de La Meca existía desde muy antiguo un santuario que centraba las peregrinaciones de los beduinos. Este santuario, de planta rectangular, con un gran patio central a abierto, había ido recogiendo, con el tiempo, los ídolos de muchas tribus y familias, convirtiéndose en el panteón preislámico por excelencia. De todos estos ídolos, el más importante era una piedra basáltica negra, tal vez un aerolito, que constituía el gran fetiche de los joraichitas, a la que algunos identifican con Húbal, la divinidad principal.

El santuario de la Caaba:
El santuario mequés de la piedra negra o piedra sagrada ha perdurado hasta nuestros días tras sucesivas modificaciones; siendo la última importante ña del siglo XVII. La planta del santuario propiamente dicho, rectangular, mide diez por doce metros. Todavía se conserva y venera la piedra basáltica, engastada en su extremo oriental, a metro y medio del nivel del suelo, y el pozo sagrado de Zemzem para las abluciones. Continúan practicándose viejas normas rituales de origen mágico. Y la Caaba sigue siendo obligado de visita en las peregrinaciones islámicas a La Meca. 

Practicas rituales:Entre las prácticas religiosas de las distintas tribus sobresalía, con carácter unificador, el culto a las piedras (litolatría), en especial a las "piedras divinas" o aerolitos, caídas del cielo, que también se hallan entre los primitivos hebreos ( adoración de betilos).

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